Porque hace poco dije que a la escritura se llega de muchas maneras y que nunca es tarde. Porque no todo es prosa. Y porque, además, hay días que me despierto con hambre de poesía, hoy voy a escribir de otro modo.
Quisiera ser capaz
de aprender a escribir en otro sitio
que no fuera el papel.
Utilizar como pluma mis dedos
paseando por tu piel,
y, como tinta,
lo que tú me pidieras:
mis suspiros,
la hiel, que en los momentos más amargos
derramé por tu culpa,
las lágrimas que nunca te he mostrado,
lo que fuera,
por tal de terminar aquel poema
que quedó inacabado.
Pero he de resignarme,
y aquí sigo.
Sentada en mi sillón,
delante del teclado.
Tengo que conformarme con soñar
que tú estás a mi lado.
Si alguna vez, amor, oyes al viento,
no olvides que es mi voz que te ha llamado.
Adela Castañón
Imagen: Pixabay
Letras desde Mocade 
Qué maravilla!!!! Qué maravilla!!!! Tienes que hacerme caso una vez más. Tienes que dedicar alguna parte de tu tiempo a los poemas. Son, sencillamente, sublimes. No tengo palabras. Me dejas mudo de admiración. Yo viví momentos como el que relatas, y nadie lo ha dicho mejor que tú. Sabes que yo sigo con mi poema junto a mi amada, pero no dejo de reconocer los sentimientos que reflejan tus palabras. Y estoy en ellos, y me pongo en ellos, y vuela mi imaginación y no se puede expresar mejor y más sentido. Y lo del viento es esa frase digna de enmarcar que te sale en todo lo que escribes. Enhorabuena, aunque esta palabra no expresa, ni de lejos, mi admiración. Un beso
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Querido Curro:
Para maravillas, mi suerte al tener un amigo como tú. Gracias por insistir e insistir hasta que me pusiste en marcha para que me tomara en serio la escritura. Lo mismo mi prosa que mi poesía seguirían siendo proyectos en lugar de realidades si no hubiera sido por ti, Miles, millones de gracias, amigo. Un beso.
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