Los recuerdos son eslabones de una larga cadena que une el pasado con el presente y tienden un puente de plata por el que gustamos andar con el mayor desembarazo hasta confundir las dos orillas…
Bruno Gracia Sieso, Maestro de El Frago, “Recuerdos”, 1933.
Lo que os voy a contar ya lo conocen los fragolinos que lo vivieron y otros que me han ayudado a preparar estas notas. ¡Gracias a todos por esta colaboración tan entusiasta! Y es que en El Frago se hacen las cosas así. Hacen falta unas escuelas, pues las haremos entre todos. Si Carmen prepara algo, pues todos le ayudaremos.
Recuperar los casi 175 años de vida de las escuelas supone desempolvar las vidas de todos los maestros y maestras que pasaron por sus aulas. Todos se dejaron la piel y una parte importante de sus vidas a los niños de El Frago.
En este artículo me centraré en Bruno Gracia Sieso y Ángela García Alegre, don Bruno y doña Angelita, como siempre los oí nombrar en mi casa. En 1926, este matrimonio logró embarcar a todo el pueblo en los gastos de la construcción de unas escuelas hechas “a vecinal”, crowdfunding diríamos hoy. Con motivo de la inauguración del edificio don Bruno pronunció una charla: “El niño, la escuela, el maestro y los padres de familia”; y doña Angelita otra: “La enseñanza de la mujer”. Hoy solo conservamos los títulos, pero su espíritu moderno nos llega con los testimonios orales de los que fueron sus alumnos.
Además de conseguir escuelas con viviendas para los maestros, elevaron el nivel cultural del pueblo. Estimularon a muchas familias a que sacaran a sus hijos a estudiar y potenciaron la enseñanza de adultos. Y, además, nos dejaron una significativa obra literaria escrita desde, o sobre, El Frago.
Doña Angelita García Alegre
Doña Angelita fue la maestra de nuestras madres, es decir, de las niñas nacidas entre 1909 y 1924; y don Bruno de los niños nacidos entre 1912 y 1926. Entre otros, de mi padre.

1933. Calatayud. Ángela Garía Alegre. Foto de Gregorio Romeo Berges
Zaragoza, 1894–Ronda, Málaga, 1971. Era hija de Carlos, empleado de Correos y Telégrafos, y de Ángela, natural de Gurrea de Gállego. En unos tiempos en los que no era habitual que las mujeres estudiaran, convenció a sus padres y comenzó Magisterio a los 19 años. En 1918 aprobó las oposiciones en Huesca. Estuvo un año en Casbas y al año siguiente llegó a El Frago.
Maestra de El Frago: 1919–1929
Entre 1921 y 1935 nacieron sus hijos: Angelina, María Rosa, Blanca, Gabriel, Ana María, Carlos, Miguel Ángel y María del Carmen.
Maestra de Calatayud: 1929-1935. Y de Ronda: 1935–1964
En 1929 murieron su hermana Carmen, de una hernia inguinal, y su hijo Gabriel, de difteria. Estas muertes trágicas, unidas a la deficiente atención médica de El Frago, influyeron en su decisión de abandonar el pueblo. Se presentó a unas oposiciones y le dieron Calatayud. Su marido no consiguió traslado y siguió en El Frago dos cursos más.
Cuando ella se despidió de El Frago, don Bruno le dejó al alcalde varias fotografías y algunas tarjetas postales del pueblo con la siguiente nota.
Querido amigo Manuel: ahí le mando una colección de las fotografías obtenidas para que el Ayuntamiento haga con ellas el uso que estime oportuno. Las restantes, menos otra colección que nos quedamos nosotros, las he mandado al Heraldo, a una revista madrileña y a otra zaragozana. Saludos de su buen amigo, B. G. Sieso Hoy 19-X –929.
Desde 1935 hasta 1964 ejerció en Ronda, donde había sido destinado su marido en 1931.
Don Bruno Gracia Sieso

1933. Calatayud. Bruno Gracia Sieso. Foto de Gregorio Romeo Berges
Zaragoza, 1893–Ronda, Málaga, 1968. Este hombre, paciente, tolerante y “en el buen sentido de la palabra bueno”, era hijo de Francisco y Carmen, un matrimonio de clase media. Su hermana Pilar lo emparentó con las familias de importantes científicos aragoneses, con los Loscos y con los Pardo Sastrón.
Su primer trabajo: dependiente de sederías
Su padre lo destinó al floreciente mundo del comercio zaragozano y lo colocó en la Sedería de Santiago Sorrosal en la calle Torrenueva. Después estuvo en la de Monreal en la calle Pignatelli.
Estudios y destinos. Berrioplano, Gallipienzo, Las Fraguas y El Frago
En 1910 empezó Magisterio en Zaragoza. En 1914 obtuvo plaza en Berrioplano Navarra; de allí pasó a Gallipienzo, Navarra. En 1923 ya estaba en Las Fraguas, Soria, y en 1925 se trasladó a El Frago por el turno de consortes. Allí ejerció seis años, hasta que en 1931 le dieron traslado a Ronda (Málaga).
En 1930 obtuvo un premio del Patronato de Mutualidades de Aragón por su labor educativa.
De la larga y fructífera etapa de Ronda resaltaré su colaboración con la Institución Libre de Enseñanza (ILE). En 1934, participo en las Misiones Pedagógicas y ese mismo año realizó un viaje de ampliación de estudios con otros compañeros de las Misiones.
Maestros escritores
Sin romper los estereotipos que la crítica literaria había impuesto a las mujeres, consiguió una voz literaria propia. Así lo recordaba su hija Blanca:
En Calatayud, mi madre se forjó una gran personalidad como escritora y como conferenciante. Era la única mujer que daba conferencias con los Académicos de la Lengua en la Biblioteca Gracián de Calatayud.
Obra y premios de Ángela García Alegre
Publicó abundantes relatos en periódicos, ganó un accésit y dos premios literarios, y colaboró en La novela de viaje aragonesa.
Destacamos los relatos: Blanca (1924), Isabel (1930), La tía Julia (1930), España, flor (1931), De fino encaje (1934), Entereza (1934).
En 1924, recibió un premio por el relato “Blanca” en un certamen literario de Calatayud. Ese mismo año otro premio en Zaragoza, cuyo nombre no figura en la estatuilla que conserva su familia. En 1926, un premio por “Gabrielín” (inédito). En 1935, accésit a “Y por enseñar a otros niños perdí a mi niño”, en el Certamen Pedagógico Nacional. En 1947, un premio de 5000 pesetas por “Consejo de amor”.
Publicaciones de Bruno Gracia Sieso

Trabajos literarios de don Bruno
Fue un versificador precoz. En Zaragoza se relacionó con los escritores y periodistas del círculo de: Luis López Allué, el patriarca de la literatura regionalista, Manolo Casanova, Fernando Castán Palomar, Arturo Gil Losilla, Tomás Royo Barandiarán, Anselmo Gascón de Gotor Giménez, Pedro Galán Bergua, Ramón Lacadena Brualla y Ramón Celma Bernal.
Más de ciento cincuenta artículos en varios periódicos
Divulgó con entusiasmo la Novela de viaje aragonesa, de la que fue co-fundador. Colaboró de forma habitual en: El Heraldo de Aragón, El Avisador Numantino, El Heraldo de Madrid, La Tierra de Huesca, El Diario de Almería, El Diario de Córdoba y de El Noticiero Gaditano.
Aunque fue contemporáneo del Novecentismo y de la Generación del 27, su prosa lleva el sello postmodernista. En ese momento las vanguardistas intentaban abrirse paso entre un modernismo que había arraigado con fuerza en medio de unos gustos regionalistas que renacían.
En 1927 le dedicó elocuentes palabras a Arturo Gil Losilla, en un homenaje en el Casino Mercantil, cuyo testimonio fotográfico recogió la revista Blanco y Negro. Además, presidió el homenaje al escritor Luis Franco de Espés, barón de Mora.
En 1929 fue reportero de la inauguración del grupo escolar Costa de Zaragoza. En 1928 con el artículo, “Goya. En torno a un centenario”, estimulaba a estudiar a sus alumnos recreando los orígenes rurales de Goya.
Se reveló como un perspicaz lector, muy atento a las novedades literarias aragonesas. De la fama y prestigio de don Bruno dan fe las caricaturas que de él se hicieron en la prensa
Un idilio en Cesárea, en colaboración con Arturo Gil Losilla
En 1927 publicaron Un idilio en Cesárea, una novela ambientada en “Cesárea”, el nombre literario de Zaragoza, a la manera de los realistas del siglo XIX.
En una trama de novela rosa iban incardinando acontecimientos épicos del pasado zaragozano y personajes célebres de la Zaragoza contemporánea.
Para terminar
Hará unos cien años, llegaron a El Frago los Reyes Magos, disfrazados de maestros. Y se hicieron realidad las ilusiones muchos niños. Esos que hoy son nuestros padres y abuelos.
El año 2007, el pregonero de la Feria de Ronda se enorgullecía de haber tenido como primer maestro a don Bruno. Y los fragolinos nos enorgullecemos de que don Bruno y doña Angelita fueran los maestros de nuestros padres. Gracias a ellos las generaciones siguientes nos hemos beneficiado de sus semillas.
No para desmerecer su labor, sino para entender mejor su calado, quiero resaltar encontraron un terreno abonado. Simona Paúles y Pedro Uhalte, también matrimonio, fueron maestros de El Frago desde 1884 hasta 1913 y alfabetizaron a nuestros abuelos. Mi propia abuela, sólo con lo que aprendió en la escuela, y no asistía regularmente porque desde niña trabajaba como pastora, tenía una letra primorosa –con faltas de ortografía, claro- y llevaba las cuentas de la casa en sus “cuadernos de apuntaciones”.

Cuaderno de Antonia Berges Beamonte (El Frago, 1885-1951)
Fuentes documentales
Archivo del Ayuntamiento de El Frago.
Archivo de la familia Gracia García.
Prensa histórica local y nacional.
Carmen Romeo Pemán, Los maestros de nuestros padres. Conferencia impartida en el Ayuntamiento de El Frago, el 9 de noviembre de 2013.
Carmen Romeo Pemán, De las escuelas de El Frago, IFC, Zaragoza, 2014. Presentado en El Frago, el 24 de enero de 2015.
Javier Arenzana Romeo, De ronda por las escuelas de El Frago. En instinto lógico, el 1 de febrero de 2015.
Carmen Romeo Pemán, A todas las maestras. A las 35 que pasaron por El Frago. En Letras desde Mocade.
Carmen Romeo Pemán, A todos los maestros. A los 25 que pasaron por El Frago. En Letras desde Mocade.
Fuentes orales
Conversaciones y entrevistas con los alumnos de don Bruno y las alumnas de doña Angelita. Anécdotas de estos maestros que se han mitificado en el pueblo.
Carmen Romeo Pemán
Muy interesante M Carmen, y como te he dicho otras veces, te honra que recuperes de forma tan profunda tus raíces.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Elisa Adoración, me emocionan tus comentarios, precisamente los tuyos. Tú conoces bien toda la verdad.
Y felicidades, que por eso de la Adoración de los Reyes. Un abrazo grande.
Me gustaMe gusta
Muchas gracias Mari Carmen por tus trabajos y traernos todos esos recuerdos. Hace años que me sacaron la foto, tantos que ya te preguntaré mis dudas sobre los que componemos el Grupo. Un abrazo
Me gustaMe gusta
Pues esa foto me gusta mucho. Estás muy pincho con tus compañeros en la puerta del Coto Escolar. Un abrazo.
Me gustaMe gusta