Deja que te acompañe, amigo mío,
cuando el dolor te abrume.
Déjame que te lleve de la mano.
Quiero ser ese banco en el camino,
que tu cuerpo cansado
a veces necesita
para parar el tiempo unos segundos
y recobrar las fuerzas.
Deshazte de tu pena,
aunque sea unos instantes,
y suéltala en mis brazos.
Que yo seré feliz
si consigo quitarte esa tristeza
y tu dolor encuentra junto al mío
un poco de respiro.
Deja que te acompañe, amigo mío.
Seré lo que tú quieras.
Que si tú no me quieres
como te quiero yo,
eso no es un problema.
Puedo ser compañera,
amiga fiel,
caminaré, si quieres, tras tus pasos,
para que no me veas.
Pero si alguna vez me necesitas,
tan solo con llamarme
me tendrás a tu vera.
Cuando el amor circula
tan solo en un sentido
con poco me conformo.
Que poco es más que nada.
Y quiero formar parte de tu vida
a pesar de los años transcurridos,
a pesar de la gente,
a pesar del dolor y la distancia.
Deja que te acompañe, amigo mío.
Déjame que te ofrezca mi cariño
porque, a cambio,
yo no te pido nada.
Adela Castañón
Imagen: chulmin park en Pixabay
Letras desde Mocade 
Qué bonito escribes, Adela.
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Ay, Margarita, lo mismo te digo. La escritura, como la lectura, saben mejor con estos comentarios compartidos. Muchas gracias y un abrazo.
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Ay Adela! Esta vez has recetado una preciosa medicina para el alma!Gracias de corazón por tus letras, siempre certeras y entrañables!!!!
😍😘
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¡Eres un amor, Ana! Gracias por esa fidelidad lectora y por el cariño que pones siempre en tus comentarios. ¡Un besazo!
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Uf Adela, precioso poema. Y además doy fé que lo que escribes te sale del alma y que lo sigues al pie de la letra. Gracias amiga.
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Gracias a ti, Marisol, por ser como eres. Un abrazo, amiga.
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Adela, a lo mejor has sacado el poema del fondo del baúl. O a lo mejor nos has engañado y lo has escrito en estos momentos de gran dolor. Da igual. En plena pandemia del coronavirus tiene muchísimo sentido y llegas a lo más profundo de nuestros corazones.
Hoy has revalidado tu título de Medicina. Nos curas el cuerpo y el alma.
Además, me gusta mucho tu sentido del ritmo y el tono de tus poemas.
Un abrazo, amiga.
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Mi querida Carmen, el poema tiene algún tiempo, pero, como bien dices, en estos momentos de pandemia y soledades brilló sobre los demás poemas cuando levanté la tapa del baúl. Y ahí quedó. Gracias por acompañarme siempre en este camino de escritura que compartimos, amiga. Un abrazo grande.
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