Hace tiempo que dedico mis afanes a las “Escuelas de El Frago”, donde aprendí las primeras letras y donde recogí las semillas de casi todo lo que he llegado a ser de mayor. Entonces El Frago tenía dos escuelas unitarias. Una de niños y otra de niñas. Un maestro se encargaba de los chicos desde los seis hasta los catorce años. Y una maestra, de las niñas. En los pueblos más pequeños, por debajo de quinientos habitantes, había una sola escuela mixta, regentada por una maestra.
Como muchas hijas de maestras, tuve la suerte de ir a la escuela de mi madre. Ella fue mi primera y mi única maestra desde los seis hasta los trece años, que me llevaron a estudiar a un colegio de monjas a la ciudad. En ese difícil equilibrio de madre y maestra, me transmitió el rigor en el estudio, el amor por la enseñanza y la pasión por la lectura y la escritura, que me han acompañado siempre. Y supo hacerlo con mis compañeras de pupitre.
Mi caso, como el de Lázaro de Tormes, es solo para que “vuesas mercedes” lo conozcan como ejemplo de lo que entonces era moneda común en las escuelas rurales. Mi madre fue solo un eslabón de una larga cadena. Antes y después, otras maestras entregaron lo mejor de sus vidas a las niñas de muchos “fragos” repartidos por la España Vacía. A todas ellas les rindo este homenaje. Y lo hago recuperando los nombres y las biografías de las treinta y cinco que pasaron por las aulas fragolinas en ciento dieciséis años, desde 1874 hasta que en 1990 se cerraron sus puertas para siempre.
Muchas escuelas públicas se crearon en 1838, pero la enseñanza de las niñas tardó en regularizarse. Las maestras llegaron más tarde que los maestros. En 1848 ya conocemos el nombre del primer maestro fragolino, José Sánchez. Pero hasta 1874 no aparece ninguna maestra.
Siglo XIX
Inés Cervera Blanco, hasta ahora la primera maestra de El Frago con nombre conocido. Según Enrique Campos Chaure, bisnieto de Cecilia Aruej, doña Inésb cursó los estudios primarios en Luesia, con la maestra Dolores Aruej Barnechea (1824-¿?), que aparecía como maestra de niñas en el censo de 1857. Teresa Aruej estaba casada con Manuel Campos Fernández (1818-¿?), también maestro. Estos maestros excepcionales, padres de Jacoba, Petra y Cecilia, contribuyeron a elevar el nivel cultural de Luesia.
Inés Cervera Blanco, una maestra brillante, en 1874 se trasladó desde Asín a El Frago, donde ya estaba su marido, Diego Laporta Soler (Bailo, ca. 1836-Ejea de los Caballeros, 1885). A Inés le ofrecieron un buen sueldo, la vivienda y las “retribuciones de los niños no pobres”, es decir, lo que se acordaba cada año que tenían que pagar los hijos de las familias más acomodadas por ir a la escuela. Hasta 1901, los ayuntamientos pagaron los sueldos, que estaban relacionados con el número de habitantes. Y cobraba más el maestro que la maestra. En 1874 la escuela de niños estaba dotada con 625 pesetas y la de niñas con 442.
Conocemos su estancia en El Frago y el nombre de su marido por la partida de defunción de su hija Avelina. Así lo recoge el registro civil: “A las 6 de la mañana del 9 de junio de 1876, ante don Serapio Les Giménez, juez municipal, y don Casiano Romeo Soteras, secretario, comparece Manuela Biescas, soltera, natural de El Frago, domiciliada en la calle de los Infantes 10, manifestando que Avelina Laporta Cervera, natural de Asín, provincia de Zaragoza, de cinco años de edad, domiciliada en El Frago, en la calle de los Infantes 18, falleció a las 4 de la mañana del día de ayer de una fiebre subsiguiente a la superación del sarampión. Que la finada era hija legítima de don Diego Laporta, natural del pueblo de Bailo, provincia de Huesca, y doña Inés Cervera, natural de Luesia, provincia de Zaragoza, mayores de edad, maestros de Instrucción Primaria de este pueblo”. Declaraba Manuela Biescas (1857–1928), de casa Presijo, en su calidad de sirvienta. En 1891, seis años después de morir su marido, seguía en activo en Ejea de los Caballeros.
Tuvieron varios hijos. Miguel Laporta Cervera, (Triste, 1867-Jaca, 1885) falleció de gastroenteritis en el Seminario de Jaca, el año que cursaba cuarto de Teología. Está enterrado en el cementerio de Jaca. Avelina Laporta Cervera (Asín,, 1869-El Frago, 1874). Marino Laporta Cervera (Ejea de los Caballeros, 1878-¿?) que se casó con Juana Romeo Espés, (Erla, 1883-1883), hija de Mariano Romeo Llera y Mariana Espés Herrera. Marino y Juana fueron los padres de los cuatro nietos de Diego Laporta e Inés Cervera: Marino, Antonio y Juana. Juana Laporta Cervera nació en Ejea y en 1880 comenzó los estudios de Magisterio en Huesca. Blasa Laporta, en 1891 era maestra interina de Pintano y, según el periódico La Derecha, en diciembre de 1892. era maestra interina de Castiliscar. En 1897, Teresa Laporta Cervera tomó posesión como maestra auxiliar de párvulos de Alagón,
Inés Cervera, ya viuda, se trasladó a Castiliscar dónde estaba su hija y allí se jubiló el 18 de septiembre de 1890 (Cfr. HMZ, La Consecuencia, 20/11/ 1891),
Juana Bonaluque Gállego: 1877–1881. (El Frago, 1850–Ídem. 1889). Estudió Magisterio en Huesca. Juana, Bárbara, Justa y Ramona eran hijas de Martín Bonaluque Giménez y de María Gállego Pérez, natural de Santa Eulalia de Gállego. Y primas hermanas de Manuel Marco Bonaluque, maestro de Biel. Se casó con el fragolino Florentino Laguarta Ardevines, labrador, y tuvieron cinco hijos: Sebastián, Carlos, Luisa, Juan y Estanislada. Su hija Luisa se casó con Generoso Sánchez Ardevines, hijo de José Sánchez, el primer maestro cuyo nombre conocemos.
«Han sido nombrados maestros interinos, Manuel Marco, de El Frago, y Juana Bonaluque, del mismo pueblo». (Cfr. HMZ, Diario de Avisos de Zaragoza, 07/03/1877),
Leonor Herrero Alvira: 1881–1883. (Fustiñana, 1859-¿?). Era hija de Domingo y Concepción. Estuvo de interina hasta que Simona Paúles ocupó la plaza por oposición. Embid de Ariza, Biurrun, (Navarra) y Larrasoaña (Navarra) fueron algunos de sus destinos posteriores.
Simona Paúles Bescós: 1883–1913.

Archivo Provincial de Huesca. Escuela Normal de Maestras.
(Aísa, Huesca, 1849-Petilla, Navarra, ca. 1939). Esta hija de Romualdo y Jacinta obtuvo el título de Magisterio en Huesca en 1870 y en 1883 llegó a El Frago de maestra titular, junto con su marido Pedro Uhalte Alegre (Villarreal de la Canal, Huesca, 1851–Petilla, Navarra, ¿?), también maestro, y vivieron en el local de la ruinosa Escuela de Niños. En esos años no había local para las niñas ni viviendas para los maestros. Y era difícil encontrar casas de alquiler en un pueblo en el que las casas tenían que ser compartidas por varias familias.
Doña Simona se jubiló en El Frago en 1913 y se fue a Petilla donde estaban su marido, desde 1910, y su hijo Pedro de practicante. Así me cuenta José Antonio Hualte Sevilla el final de su bisabuela: «Vivió muchos años en Petilla y murió antes de la guerra. Compró algunas tierras para sus hijos y a veces bajaba a Sádaba en caballería».
En los treinta años que estuvo en El Frago, ella y su marido prepararon a muchos de sus alumnos para que salieran a estudiar y dieron clases de repaso a los adultos. En la primera etapa de la escolarización del pueblo, lograron una estabilidad y una continuidad educativas que favorecieron la disminución del analfabetismo. Por ejemplo, mi propia abuela tenía una letra primorosa –con faltas de ortografía, claro, y llevaba las cuentas de su casa en sus “Cuadernos para Apuntaciones”. Todo se lo había enseñado doña Simona.
Tuvieron tres hijos: María Teresa (Villarreal 1874–Sádaba, 1918), maestra, casada con Bonifacio Guillén Luna. Pedro (El Frago, 1884–Petilla de Aragón, Navarra, 1950), practicante. Y María Esperanza (El Frago, 1888–Ídem, 1889), que falleció de una gastroenteritis cuando solo tenía seis meses.
Siglo XX. Hasta 1936
Teresa Lacueva Gresa: 1913–1913. Estudió Magisterio en Teruel. Su primer trabajo consistió en cubrir la vacante que quedó en El Frago por la jubilación de Simona Paúles.
Felisa Medina Pérez: 1913–1917. (1846-¿?). Esta maestra de Guadalajara pasó a depender del rectorado de Zaragoza en 1908, cuando la destinaron a Villar de los Navarros en esta provincia. Llegó a El Frago por traslado, donde se jubiló.
Ignacia Brígida Lazcano Torres: 1917–1918. (Matute, Logroño, 1878-¿?). Estudió Magisterio en Huesca. Llegó por traslado, procedente de Torrente de Cinca (Huesca) y, también por traslado, se fue a Viniegra de Abajo (Logroño). Protestó enérgicamente cuando se encontró con problemas de alojamiento y sin local para la escuela. Consiguió que el Ayuntamiento alquilara una casa en la que vivía y en cuya cocina daba las clases.

Ángela García Alegre con sus alumnas
Ángela García Alegre: 1918–1930. (Zaragoza, 1894–Ronda, Málaga, 1971). En 1918 aprobó las oposciones en Huesca. Estuvo un año en expectativa de destino y en 1919 le dieron en propiedad la Escuela de Niñas de El Frago. Cuando llegó no salía de su asombro. Como el Ayuntamiento no tenía un local para las niñas, le acondicionaron la Herrería Vieja, que todavía conservaba la fragua y las paredes llenas de hollín. Se negó a entrar y abandonó el pueblo. El Gobernador Civil le puso una multa de 250 pesetas y la obligó a volver. Entonces el Ayuntamiento le buscó una habitación de alquiler y, a partir de ese momento, dio las clases en la cocina de su casera, la señora María del Socarrau.
En 1925 su marido, el maestro Bruno Gracia Sieso, llegó desde un pueblo de Soria por el turno de consortes. Como formaban una familia, con tres hijas, le pidieron al Ayuntamiento que les buscara una casa, pero nadie les alquiló una vivienda. Lo comunicaron a la Inspección de Enseñanza Primaria y al Gobernador Civil, que de nuevo tomó cartas en el asunto. En esta ocasión multó al Ayuntamiento, se llevó a los maestros del pueblo hasta que resolvieran el problema y no permitió que contrataran a otros. Ángela y Bruno, con su decidida actuación, obligaron a que el Ayuntamiento se planteara la necesidad de construir un nuevo edificio escolar. En 1928, Benjamín Biescas y Elisa Carrascón les prestaron su propia casa hasta que se acabaran las obras de las escuelas.
Entre 1921 y 1935 nacieron sus ocho hijos: Angelina (Zaragoza, 1921-Granada, 2008), María Rosa (Zaragoza, 1922–Ronda, 2009). Blanca (Zaragoza, 1924), Gabriel (Zaragoza, 1926–Ídem, 1929), Ana María (Zaragoza, 1928-Ronda, 2016), Carlos (Zaragoza, 1930-Ronda, 2018), María del Carmen (Ronda, 1935–Ronda, 1936) y Miguel Ángel (Ronda, 1935).
Ángela García fue una maestra escritora. Colaboró en varios periódicos, recibió premios literarios y escribió artículos y cuentos dedicados a la educación de las niñas. El día de la inauguración de las escuelas pronunció una conferencia titulada “La educación de la mujer”.
Dolores Álvarez: 1923-1924. Sustituyó a Ángela García en uno de sus permisos por maternidad, durante un trimestre.
Elisa Carrascón Pitarque: 1926-1928. (Zaragoza, 1883-Ídem. 1959). Era hija de Joaquín Carrascón y de Catalina Pitarque. No era maestra de profesión. Tenía estudios de piano. Sustituyo a Ángela García mientras construyeron las escuelas.
Estaba casada con el fragolino Benjamín Biescas, que había estudiado Magisterio en Zaragoza. De recién casada llegó a El Frago donde su marido se estableció como comerciante. Además del comercio, desde 1904 hasta 1936, fue secretario del Ayuntamiento. En 1926, pusieron a disposición del Ayuntamiento el comedor de su casa para dar clase a las niñas.
En 1928, ella y toda su familia se fueron a compartir la vivienda del hermano de su marido y ofrecieron su casa, con sus muebles, para que volvieran Ángela y Bruno.
En 1936 se fueron a Madrid por un asunto de enfermedad de Benjamín y no pudieron regresar. Después de la Guerra Civil no le permitieron que se reincorporara a la Secretaría. Desde 1957 Elisa recibió una pensión de viudedad de trescientas pesetas al mes, pagada por el Ayuntamiento de El Frago.
En El Frago nacieron todos sus hijos, Guadalupe (El Frago, 1902–Ídem, 1902), Gregorio (El Frago, 1904 – Ídem, 1907), Clara Alicia (El Frago, 1905-Luna, 1991), Valeriana (El Frago, 1907 – Zaragoza, 1980), y Segundo Benjamín (El Frago, 1911 – Ídem, 1912).
Piedad Ruiz Lapuerta: 1930–1932. (Valtueña, Soria ca. 1915-Zaragoza, 1992) era hija de Luciano y Josefa y hermana de Consolación y Telesforo. Falleció soltera y sin descendencia. En un expediente judicial se declaró herederos a sus sobrinos José Eliseo Enrique y Jesús Alejandro Ruiz Sanjoaquín.
Estudió Magisterio en Huesca. Aprobó las oposiciones de 1932 y la destinaron a Cerveruela. En 1933 le dieron Borja.
Raimunda Casabón Girón: 1932–1933. (Zaragoza, 1909–Huesca, 2003). Era hija de Teodoro Casabón y Pilar Girón y estudió Magisterio en Huesca. De El Frago se trasladó a una escuela unitaria de Ayerbe y después a Huesca.

Asunción Rodrigo, la maestra, vestida de blanco.
Asunción Rodrigo Molins: 1933–1934. (Aguaviva, Teruel, 1911-Francia, ¿?) estudió Magisterio en Zaragoza desde 1924 hasta 1930. En 1931, recién titulada, figuraba en las listas de aspirantes a interinos y le dieron Cetina.
Aprobó los cursillos de 1932 en Zaragoza y en 1933 le dieron El Frago. Era soltera y llegó acompañada de su hermana. Estaban emparentadas con varias casas del pueblo y eso les facilitó el alojamiento con la familia de «casa Martina». Fue la madrina de bautismo de su sobrina Purificación Beamonte Lafuente. Como el calendario escolar había cambiado con la II República, tuvo que conciliar la supresión de algunos días festivos con las tradiciones del pueblo.
Exposición escolar en El Frago. Celebrada a final de curso y organizada por la maestra Asunción Rodrigo que desarrolló «una gran labor pedagógica y educadora en el poco tiempo que lleva en esta escuela, un curso». (La Voz de Aragón, 20/07/1934)
Desde el comienzo de la Guerra Civil fue militante socialista, colaboró con la resistencia republicana y estuvo de miliciana en el Frente de Teruel. Cuando acabó la guerra se exilió a Francia y no regresó.
Anunciación Ángela Romeo Idoipe: 1934–1935. (El Frago, 1914–Ídem, 1996). Conocida como Angelita de «casa Cecilia». Primero estuvo un año de interina y después, en 1942, volvió como propietaria.
La Guerra Civil (1936-1939)
Las maestras cubrieron las plazas que quedaron vacantes en las Escuelas de Niños por falta maestros. Unos habían muerto, otros estaban represaliados y otros en el frente. En estos años, de manera excepcional, encontramos a la vez dos maestras en El Frago.
Isabel Peribáñez Sánchez: 1935-1940. ´(Teruel, 1883-Zaragoza, 1968). Propietaria. Maestra de chicas. Llegó a El Frago con 52 años y sus alumnas la recuerdan como una persona mayor, de trato muy afable.
En 1907 era una de las alumnas de Plácida Madariaga, de la Escuela Centro de Teruel, que colaboraban para socorrer a los soldados que volvían enfermos de Cuba y Filipinas. (Cfr. La unión). En 1917 se presentó a oposiciones en Zaragoza. En 1923 estaba de interina en Romanillos, en 1929 tenia una auxiliaría en Villamayor y de allí la destinaron a Barués-Sos, una pardina de Sos del Rey Católico, en la confluencia de los Barrancos de Barués y Vandunchil. Y en 1935, se trasladó de Barués a El Frago. Se jubiló en Zaragoza en 1953.
Ángela Sarasa Lasierra: 1936–1936. (Alcalá de Gurrea, Huesca, 1908–Zaragoza, 1991). Maestra de chicos. Estudió Magisterio en Huesca. En 1958 reingresó en el Magisterio, después de un periodo de excedencia voluntaria. En los últimos años estuvo destinada en Zaragoza. Aurelio Casabona la recuerda como una excelente maestra, aunque estuvo poco tiempo.

Foto propiedad de la autora. De la orla de su padre Gregorio Romeo Berges.
Ángela Falo Piazuelo: 1938–1940. (Alcalá de Gurrea, Huesca, 1914-¿?). Estudió Magisterio en Zaragoza entre 1929 y 1932. En 1938, fue nombrada maestra de chicos de El Frago. Dejó muy buen recuerdo entre sus alumnos. «Yo aprendí a leer con ella» (Ángel Ardevines, nacido en 1933).
En 1936 estaba afiliada a la UGT. Aprobó las oposiciones en Burgos, en 1944. En 1966 se trasladó de Dos Hermanas (Sevilla) a Castelbisbal (Barcelona). En 1964 servía en la provincia de Teruel. Sus hermanos Emilio y Fernando están enterrados en Zaragoza.
Mercedes Laguarta Dieste: 1940–1942. (El Frago, 1921–Valencia, 2009). Era hija de Miguel Laguarta Giménez y Petra Dieste Charles. En El Frago todos la conocían como María de «casa Buchorno». Obtuvo el título de maestra por el llamado “plan bachiller”. Sustituyó a Ángela Falo en la escuela de los chicos; y a Isabel Peribáñez y a Ángela Romeo en la de las chicas. Realizó todas las sustituciones que se produjeron desde que acabó los estudios hasta que se casó con Vicente García Aznar. Después ejerció en Trasmoz y Maluenda. Tuvo tres hijos, José (Leciñena, 1943), Mari Flor (Estartit, Gerona, 1946) y Javier (Valencia, 1964).

Ángela Romeo Idoipe, la segunda por la izquierda, fue la primera maestra propietariaa de la posguerra. Raimunda Casabón, la quinta, había estado el curso 1932-1933. Foto propiedad de la autora, de su álbum familiar.
1940-1969. La posguerra. Hasta la escuela mixta
Anunciación Ángela Romeo Idoipe: 1942–1945. (El Frago, 1914–Ídem, 1996). «Angelita de casa Cecilia», como la llamaban, era hija de Basilio Romeo Romeo y de Nicasia Idoipe Cortina. En 1941 aprobó las primeras oposiciones de la posguerra y obtuvo la escuela de El Frago en propiedad. En 1945 se fue a Lérida por concurso de traslado y se jubiló en Barcelona. Se casó con Rafael Sender Garcés (Huesca, 1915-Barcelona, 1996) y tuvieron dos hijos, Rosa María (Lérida, 1946) y Rafael (Lérida, 1950).
Natividad Josefina Magallón Pastor: 1945–1945. (Calanda, Teruel, 1902–Ídem, 1974). Sustituyó a Ángela Romeo en un permiso por asuntos propios. En 1934 estaba de maestra interina en Alfajarín, Zaragoza,
Escolástica Marco Marco: 1945–1945. (Biel, 1922–Alcañiz, Zaragoza, 2005). Fue la segunda sustituta de Ángela Romeo. Era hija de Francisco Marco Arenaz y María Marco Campos, estudió Magisterio y se casó con Luis Marco Bueno (Biel, 1919–Alagón, 1982). Luis era hijo Delfina Bueno, maestra de Biel, y nieto de Manuel Marco Bonaluque, natural de El Frago, uno de los primeros maestros fragolinos que desempeñó casi todo su ejercicio profesional en Biel.
Asunción Pemán Marco: 1946–1972. (Biel, 1916–Zaragoza, 2003). Era hija de Constantino Pemán Otal, maestro de Biel, y de Pascuala Marco Castán, también maestra. Cuando murió su madre, la llevaron con una tía para que estudiara Magisterio en la Escuela Normal de Valencia (1931-1935). Había aprobado los dos primeros ejercicios de las oposiciones que se estaban celebrando en 1936 y que se suspendieron con la sublevación militar. Pasó la Guerra Civil en Biel, sin trabajar, y aprobó las oposiciones de 1941. Fue maestra propietaria provisional de Orés (1941-1942) y de Biel (1942-1943). Propietaria definitiva de las escuelas graduadas de Ejea de los Caballeros (1943–1945). Por traslado obtuvo la Escuela de Niñas de El Frago (1945–1972)- Llegó siete años antes que su marido y allí permaneció hasta su traslado a Zaragoza.
En 1943 se había casado con Gregorio Romeo (El Frago, 1912-Ïdem, 1969) en Biel, donde los dos ejercían de maestros. Después fueron maestros de Ejea y El Frago. Tuvieron dos hijas: Concepción “Maruja” (Ejea de los Caballeros, 1944) y Carmen (El Frago, 1948).
A la muerte de su marido se cerró la Escuela de Niños y ella se convirtió en la primera propietaria de la recién creada escuela mixta (1969–1972). En 1972 se trasladó a Zaragoza, a la escuela “Andrés Manjón”, donde se jubiló a los 67 años.

Valencia, 1930. Saliendo de la Escuela Normal. Asunción Pemán Marco, la de la derecha, fue la última maestra de la Escuela de Niñas de El Frago y la primera de la Escuela Mixta. Folo propiedad de la autora. De su álbum familiar.
1969-1984. Escuela mixta
Mari Nieves Pérez Tolosana: 1969–1970. (Luna, 1949). Hija de Leoncio y Victoria. En 1967 obtuvo el título de Magisterio en Zaragoza. Se estrenó de maestra en El Frago, sustituyendo a Asunción Pemán, en un permiso por enfermedad. Acabó su carrera profesional en la provincia de Gerona, donde también ejercía su marido de veterinario.
Flora Relancio Sanz: 1970–1971. (Ejea de los Caballeros, ¿?). La segunda sustituta de Asunción Pemán.
Consolación Lajusticia Villabona: 1972–1973. Llegó como maestra propietaria en el mismo traslado que Asunción Pemán se fue a Zaragoza. Al año siguiernte conisguió el traslado a Cataluña.
Nieves Escartín Cobo: 1973-79 (Barluengua, Huesca, 1948) Estudió Magisterio y Filosofía y Letras (Historia) en Zaragoza. Está casada y tiene una hija. En 1973 llegó a El Frago como maestra propietaria y, salvo en los dos paréntesis de licencia por estudios, dedicó sus afanes a la educación y a las actividades culturales del pueblo. Desde 1973 hasta 1975, tuvo una licencia por estudios y la sustituyó Leonor Auría Biesa. Posteriormente realizó un curso de Educación Especial de cuatro meses y la sustituyó Alfonso Ortiz Herrera.
El día 17 de enero de 1979 salió en el BOE la supresión de la escuela de El Frago y la cesaron por escuela suprimida. A pesar de tener la escuela suprimida, siguió dando clases todo el curso. El año siguiente lo pasó como propietaria provisional en Zaragoza. Después dos cursos destinada en Quinto de Ebro y acabó su vida profesional en Zaragoza. Como no se llegó a cumplir la orden del BOE con la que se había cesado a Nieves, la última propietaria de El Frago, la escuela siguió unos años más.
En una conversación reciente me decía: «Durante mi estancia viví una relación muy personal con mis alumnos y sus familias y unas experiencias muy gratas y afectivas con la Sociedad Cultural y Recreativa La Fragolina de la que me hice socia». Además asistió a las reuniones que se celebraron en el colegio, presididas por el ingeniero de ICONA, para estudiar un proyecto agrícola-ganadero que pretendía dinamizar el campo y se integró bien en la vida del pueblo. Sus alumnos guardan un buen recuerdo.
Leonor Auría Biesa: 1973–1975. (Luna, ¿?). Sustituyó a Nieves Escartín. Es hija de José Auría Castillo y Humildad Biesa Otal, natural de Biel, y está casada con Satur Tarragüel Liso. En 1990 se trasladó de Uncastillo a Ejea de los Caballeros.
Gema Tomás Valzagón: 1979–1981. (Puebla de Híjar, Teruel, ¿?). La nombraron interina como consecuancia del traslado a Zaragoza de Nieves Escartín.
Ángela Gómez: 1981–1982. (El Barco de Ávila, ¿?). Los alumnos habían disminuido, solo quedaban diez.
Concepción Martínez: 1982–1983. (Fuendejalón, ¿?). Ese año descendió la matrícula a seis alumnos.
Ángeles Domínguez: 1983–1984. (Ejea de los Caballeros, ¿?). Al acabar el curso, dado el escaso número de alumnos, se propuso cerrar la escuela.
1984-1990. Guardería de la Diputación Provincial de Zaragoza. Asociada a Luna
Para evitar el cierre, el alcalde, Alejandro Ardevines, adoptó la fórmula de guardería de asociada a Luna. Pero se impartían todos los niveles de Educación Primaria.
Carmen Laplaza Idoipe: 1984–1985. (El Frago, 1958). Es hija de Pablo y de Natividad. Estudió Magisterio en Zaragoza. Está casada con Bernardo Palacio Bernués. “El Ayuntamiento me propuso como maestra el primer año que funcionó la escuela-guardería. Sólo estuve un año porque en septiembre nació mi hija Sonia”. (Conversación con Carmen Laplaza, 23/04/2013). Al año siguiente le sucedió un maestro, Antonio Berdor Bailo: 1985-1986.
Ascensión Lamarca Laborda: 1986–1987. (Biota, ¿?) El curso 2017-2018 la encontramos de profesora de infantil en el CEIP «San Juan de la Peña» de Jaca.
Maria Soledad Berges Asín: 1987–1988. (Zaragoza, 1962). Es hija de José María Berges Laguarta, de El Frago, y de María Sierra Asín Jiménez, de Biel. Estudió Magisterio en Zaragoza. Se casó con Francisco Vives. Tiene dos hijos, Javier y Sonia. Actualmente trabaja en el campo sanitario.
Ana Cristina Domínguez Frago: 1988–1989. (Ejea de los Caballeros, ¿?). Llevó la escuela en colaboración con Pilar Abadías (Ejea de los Caballeros, ¿?). En el contrato del Ayuntamiento figuraba como titular Ana Cristina.
Dolores Garde: 1989–1990. (Luesia, ¿?). Se cierra el ciclo. En 1874 llegó Inés Cervera natural de Luesia, de cuya vida tenemos pocos datos. En 1990 Dolores Garde fue la última, también natural de Luesia. Hasta la fecha, no he localizado datos para biografiarla.
Para terminar
El elevado número de licenciados y la buena escolarización de El Frago se debieron al clima cultural creado por varios matrimonios de maestros que se asentaron allí desde fechas tempranas: Inés Cervera y Diego Laporta estuvieron tres años. Simona Paúles y Pedro Uhalte, treinta años. Ángela García y Bruno Gracia, once años. Asunción Pemán y Gregorio Romeo, veinticinco años. Y el caso excepcional de Benjamín Biescas y su mujer Elisa Carrascón que, aunque no eran maestros propietarios, colaboraron con los maestros y dieron clases de repaso desde 1904 hasta 1936. Don Benjamín se propuso alfabetizar a todo el pueblo. Y lo consiguió. Muchas niñas aprendieron a tocar algunas canciones en el piano de doña Elisa.
En este ambiente, la gente realizó verdaderos esfuerzos por sacar a estudiar a sus hijos. La cantera de maestros fragolinos permitió que, cuando la Administración no cubría las vacantes, el Ayuntamiento recurriera a los titulados del pueblo. En el siglo XIX, a Mariano Sánchez Barrio, a Juana Bonaluque Gállego y a Manuel Marco Bonaluque. En el siglo XX, a Benjamín Biescas Guillén, a Gregorio Romeo Berges, a Ángela Romeo Idoipe, a María Mercedes Laguarta Dieste, a Carmen Laplaza Idoipe y a María Soledad Berges Asín.
Solo así se entiende que las escuelas se construyeran “a vecinal”, la versión antigua del actual crowdfunding. Y que los gastos de las obras se pagaran con un préstamo avalado por los vecinos que tenían alguna renta o un jornal fijo.
El Frago no fue una excepción. Hubo otros “fragos” de los que salieron alumnos bien formados y en los que se erradicó el analfabetismo gracias a la esforzada labor de sus maestros.
En este artículo me he centrado en las maestras. A ellas les corresponde la lucha titánica por conseguir que todas las niñas fueran a la escuela y que recibieran una enseñanza de calidad. El primer derecho hacia la igualdad.
Ellas son una parte importante de nuestras genealogías. Si conocemos bien nuestras raíces y si valoramos el esfuerzo de las mujeres que nos precedieron, nos sentiremosmás seguras de nuestro lugar en el mundo y tendremos más fuerza para defender nuestros derechos.
Me gustaría que otras os animarais a sacar a la luz a todas las mujeres de vuestros pueblos y ciudades. Que entre todas tejiéramos una tupida red para poder caminar con pasos más firmes.
Carmen Romeo Pemán
Datos de la Imagen Principal. Orés, 1942. Asunción Pemán Marco en la fachada de las Escuelas con sus alumnas. Foto de Gregorio Romeo Berges. Propiedad de la autora.
Identificación de las alumnas por Ángeles Otal Jaqués, natural de Orés. 1 Milagros Idoipe, 2 ¿?. 3 Sarita Villa. 4 Adela Lana. 5 Elisa Larraga- 6 Evarista Mena. 7 Victoria Cortés. 8 Herminia Larraga, 9 Feli Ferrández
Referencia bibliográfica. Carmen Romeo Pemán, “De las Escuelas de El Frago”, Institución Fernando El Católico, Zaragoza, 20014.
¡Excelente homenaje!
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¡Gracias, Ana! La documentación ha sido un encaje de bolillos, pero he llegado a todas.
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Ya imagino, Carmen. Mucho trabajo detrás, pero ha valido la pena 😘😘😘
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Precisa e interesante toda la información … ah! y descubro a una prima…. GRACIAS CARMEN!
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Gracias, María Jesús, mi compañera de pupitre en la escuela de El Frago. Me halaga que tú que me digas que la información es precisa. Lo de interesante lo suman nuestras vivencias. Me ha gustado mucho que te hayas pasado a comentar. Un abrazo.
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Interesantisimo Carmen! Que impresionante trabajo de recopilación.
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Muchas gracias. Creo que aún lo podemos completar más. Admito sugerencias. Estoy preparando el de los maestros. Un abrazo.
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Vaya trabajazo Carmen. Enhorabuena por esr homenaje a esas mujeres que iluminaron nuestra infancia y fueron germen de muchas cosas. Yo también tuve mucha suerte con la mía: Doña Jacinta que fue luego compañera de tu madre en Zaragoza. Un abrazo
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Gracias, Elvira. En la vida llegan los momentos en los que hay que dar las gracias y reconocer a las «maestras» que nos ayudaron a sacar lo mejor de nosotras mismas. Este ha sido mi momento. Un abrazo
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Querida Carmen: El mejor homenaje a todas esas maestras es el tiempo y el cariño que has dedicado a este artículo. Un trabajo de investigación donde el peso del homenaje emotivo supera a todo lo demás. Y me ha emocionado esa imagen de tu madre. ¡Menudo regalo para mayo, el mes en que se celebra el día de la madre! Eres magnífica, amiga. Te quiero.
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¡Gracias, Adela! Todas las maestras tienen mucho de madres para sus alumnas. Y la mía doblemente, por ser mi maestra y mi madre. A todas ellas, y a ti que eres una supermadre, ¡feliz día de la madre!
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